Oaxaca, México.-  La Encuesta Nacional 2008. Gobierno, Sociedad y Política, realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) tiene más sesgo de promoción de políticos que de verdadero diagnóstico para conocer las necesidades de los ciudadanos.

No podría ser de otra forma porque quien es el director de esta empresa, es nada menos que Liébano Sáenz un personaje que cayó en desgracia política y que encontró una mina de oro para vender subliminalmente la imagen de gobernadores, funcionarios, dirigentes de partidos y los que se dejen, a través una engañosa encuesta con preguntas verdaderamente estúpidas que lastiman la inteligencia de cualquier ciudadano: ¿Confiaría las llaves de su casa si tuviera como vecino a un gobernador o funcionario?

Por desgracia los medios de comunicación se dan vuelo difundiendo esta clase de mezquinos negocios entre políticos y encuestadores, para hacer creer a la sociedad que con números, porcentajes y preferencias, cambiará su situación ante una realidad que se recrudecerá el próximo año.

Por ello no es gratuito que comiencen a salir a la luz pública toda clase de instrumentos metodológicos que como el de Líebano Sáenz, pretenden insertar en el inconciente ciudadano la imagen de aquellos que aspiran a los puestos de elección popular en 2009.

Una encuesta cuando se realiza con honestidad y sentido social, tiene la finalidad de detectar los problemas y las necesidades de algún sector poblacional. De la información que se derive en su aplicación, se deberían diseñar políticas públicas y acciones para dar respuesta puntual a las demandas vertidas..

Este instrumento  de las Ciencias Sociales, se ha desvirtuado dramáticamente ante la mercadotecnia para el consumismo y la promoción personal de políticos con dinero público, pues las mayoría de las encuestas que se realizan en con un compromiso social y sus propuestas nunca son vistas por el poder político del país

Por ello es importante, pasar la hoja cuando se difunden este tipo de informaciones  basados en encuestas, que aunque no todas tienen este sesgo de manipulación y mediatización, en realidad no le sirven de nada al ciudadano común para resolver sus problemáticas en lo individual y lo colectivo.

De ahí el llamado a la ciudadanía en general a decir NO a este tipo de encuestas, porque no hay reclamó más evidente para los que detentan el poder político y económico que acciones de denuncia por la vía de la legalidad, que evidencien cotidianamente su ineptitud en la función pública y no en encuestas hechas a modo para encumbrar a políticos que siempre olvidan sus compromisos con la ciudadanía.