Oaxaca, México.- La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) se mostró ayer “horrorizada” por la muerte a tiros del fotógrafo del rotativo “El Correo” Jean Paul Ibarra el pasado viernes en la localidad de Iguala, Guerrero, atentado en el que resultó herida también una redactora del periódico “El Diario 21”, informo la Agencia EFE.

“La hecatombe en las filas de la prensa mexicana continuará mientras se mantenga la impunidad en todos los casos de periodistas asesinados”, advierte RSF en un comunicado en el que solicita que se dote a la redactora herida, Jenny Luliana Marchán, de “protección adecuada” cuando obtenga el alta médica. Ibarra, de 33 años, fue tiroteado cuando junto con Marchán, de 22, viajaba en moto para cubrir una información sobre un accidente de tráfico. Otra motocicleta se colocó a su altura y un sicario disparó cinco veces una pistola del calibre 45 contra ellos.

El fotógrafo recibió impactos de bala en el pecho y un hombro, mientras que la redactora fue alcanzada en las piernas, explica RSF, que subraya que no se conoce el móvil del crimen.  

“El ataque es un ejemplo más del ambiente de extrema violencia que impera en algunas regiones del país, en particular desde que en 2006 la administración del presidente Felipe Calderón pusiera en marcha una gran ofensiva contra el narcotráfico”, señala la organización defensora de la libertad de prensa.

Son ya 46 periodistas asesinado en México

La muerte de Jean Paul Ibarra eleva a 46 el número de periodistas asesinados en México, por razones profesionales o desconocidas, desde 2000, además de los ocho desaparecidos desde 2003, según el recuento efectuado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Pese a que México cuenta desde 2006 con una fiscalía especial para atender los delitos contra periodistas, con una comisión de seguimiento de las agresiones en el Congreso, y con un programa de agravios en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) desde 1991, el país es uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo en el mundo.