Ciudadania Express
Miércoles 22 de abril, 2009. 08:09 am

Sin autoridad moral para celebrar el Día de la Tierra

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Por Lilia Torrentera G

mundosecothumb1Oaxaca, México.- Hoy 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, en medio de una crisis económica que ve en los recursos naturales parte integral de su inmediata solución, aun con las advertencias de que el  actual modelo depredador de desarrollo, ponen e grave peligro el futuro del planeta y sus habitantes.

Esta fecha como desde 1970, cuando se conmemoró por primera vez, pondrá en evidencia otro año más, la indiferencia institucional y social global, que será encubierta por una falsa preocupación que se diluirá al realizar insipientes actividades medioambientales.

Oaxaca, no podría ser la excepción con sendas autoridades encargadas de proteger el medioambiente, cuyo único mérito es autorizar licencias a grandes proyectos hidroeléctricos o a consorcios para destruir las pocas reservas verdes con que cuenta la entidad.

La reserva ecológica de San Felipe del Agua, día a día es entregada a la depredación de particulares que en aras de demostrar su poderío político y económico, se han dado a la tarea de construir mansiones que ofenden la dignidad de los millones de oaxaqueños en extrema pobreza.

Que decir de la empresa Chedrahui que con una licencia otorgada por el Ayuntamiento capitalino, destruyó una zona arbolada en la zona norte de la ciudad para seguir promoviendo el consumo irresponsable entre la población con la instalación de uno de sus supermercados. Y todo pasó a los ojos cómplices del Instituto Estatal de Ecología (IEE)

En el interior del estado, los pueblos indígenas levantan su voz para denunciar el despojo de sus territorios y recursos naturales por construir presas como la de El Paso de la Reina, cuando pueden existir alternativas consensuada y sustentables para que entre todos podamos enfrentar los problemas ambientales consecuencia del desarrollo económico.

En la costa oaxaqueña, los humedales están en grave riesgo de desaparecer por la acción de predadora de los proyectos turísticos. Hoy resulta que empresas hoteleras que destruyeron el entorno ecológico en Bahías de Huatulco y violentando toda norma ambiental, son atendidas con toda celeridad por la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente para que con tan solo “resarcir los daños ocasionado” reinicien la edificación de hoteles.

Pero la gravedad del estado de salud de la tierra, se agudiza ante lel cáncer de la indiferencia social, es de decir, de cada uno de los ciudadanos, que optan por echar la culpa a los gobiernos de sus padecimientos ambientales como la actual crisis del agua en las ciudades, cuando somos incapaces de cambiar nuestros hábitos de uso y consumo de este vital líquido.

Tan culpable somos como los gobernates porque ante la infinidad de alertas para el cuidado del planeta, mantenemos el ritmo de vida en el que consideramos que los recursos naturales son infinitos.

Si somos incapaces de cuidarnos a nosotros mismos, cómo podríamos conserva al planeta.

Entonces ¿tenemos autoridad moral para celebrar el Día de la Tierra?

El problema es la forma en que nos recordaran nuestras descendencias, sí como los peores ecocidas y genocidas o como la generación heroica que logró con su accionar, salvar a la tierra y a la humanidad.

Usted dirá.

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