Rodrigo G. GONZALEZ   Oaxaca. México. Golpes bajos, acusaciones, hackeo a cuentas, amenazas cruzadas de exhibición de videos comprometedores, están poniendo a la contienda electoral en Oaxaca en el nivel más bajo de su historia.   Algunos de los aspirantes se han deslindado de esos ataques que se están reportando en el ciberespacio y donde lamentablemente, tanto leyes como autoridades electorales y penales, no pueden evitar esta guerra sucia por el anonimato que permite la red.     [caption id="attachment_49061" align="alignleft" width="300" caption="En el ciberespacio en Oaxaca, se libra una batalla electoral sin ley. "][/caption] El uso clandestino del internet para descalificar e incluso difamar a los contendientes se ha convertido en el nuevo campo de batalla que está provocando en la sociedad una decepción que podría repercutir en la jornada electoral.   Las amenazas de unos y otros de exhibir videos; la guerra de las millonarias encuestas y las descalificaciones mutuas, distan mucho de la necesidad ciudadana de conocer las propuestas concretas de gobierno.   Los oaxaqueños estamos conscientes de la marginación reinante, de las necesidades de fuentes de empleo, de desarrollo social y de seguridad; pero el vacío en los discursos y la falta de propuestas claras para enfrentar esos retos, es evidente.   La improvisación y desorganización que están mostrando todos los equipos de campaña desde posturas extremas en el uso de los medios y de los mensajes que se lanzan con alusiones “indirectas” muy claras para la sociedad.   En todos los casos la comunicación es contundentemente descendente, a la ciudadanía, al electorado no se le está escuchando, aún cuando algunos aspirantes justifiquen que es una precampaña.   Aún no arranca formalmente la campaña y el nivel de la contienda va de pique ante estas estériles y superficiales confrontaciones colmadas de orgullo, carente preparación, imposición, pero más grave es la demostrada falta de respeto de quienes están emprendiendo ataques que ofenden al electorado y lo polarizan.   En Oaxaca el ánimo social ha decaído, el acostumbrado surgimiento de falsas ONG´S “bien ciudadanas” que se desenmascaran en apoyo de algún candidato, sigue contribuyendo a la desidia política y a la pulverización de esta lastimada sociedad local.   Cualquier proceso electoral despierta pasiones. Es posible pensar que alguno candidato o partido no dirija esos ataques, sino que sean fanáticos priistas, perredistas, panistas o simples ociosos, pero entonces por qué no esos aspirantes y sus partidos establecen reglas de juego limpio.   Aunque aún no hay forma de controlar el tránsito de información en el ciberespacio, el efecto que tendrán estos ciber-escándalos en la jornada electoral podría ser determinante en las aspiraciones democráticas y en la decisión ciudadana de quienes nos van a gobernar.