Oaxaca, México.- Poesía y gastronomía, dos “ciencias” aparentemente distantes. Sin embargo, en ambas se debe usar la imaginación para hacer nuevas creaciones y se usan los sentidos para llevar la experiencia más allá.

¿Qué pasaría al unir el goce de la degustación con el de escuchar poesía? Omar Méndez Hernández ideó “Punto de Cocción” para contestar esta pregunta. Un evento que describe como un  marinaje entre platillos e imágenes poéticas.

La idea la llevo a cabo en la Biblioteca Andrés Henestrosa (BH) con la participación de diez poetas: Guadalupe Ángela, César Eli, Roberto Polo, Narciso Serrano, Edson Maza, Sergio Romero, Omar Méndez, Abel Habrán, Lulú Hernández y Oscar Sandoval. Estos compartieron sus creaciones con el público, alternadas con breves presentaciones musicales y fílmicas.

César Elí inició el evento con la lectura de “Receta de cocina 1”:

“… si lo desea puede asegurarse de levar consigo una porción de chocolate líquido para trazar un camino delgado por donde podrán fluir sus besos. Un cuerpo es inmenso y si no se lleva un control apropiado podría dejar una o varias partes importantes sin besar…”

La mayoría de los poemas fueron inspirados en la cocina, recetas o ingredientes. Es decir, en los procesos o elementos que intervienen al momento de elaborar un platillo. Mientras compartían los versos, se servían al público pequeñas probadas de bebidas o platillos mexicanos.

Aunque Omar fue el cocinero y mesero de la noche, no sólo ofreció sus creaciones gastronómicas con la audiencia, sino también las poéticas:

“Tómate una distancia prudente, bajo el negligé de los duraznos.

El apetito ya va en rumbo de despertar.

Matiza de gánate los labios al salirnos de control…”