Oaxaca, México.-Ninguna de las encuestas que se difundieron profusamente antes de las elecciones del 7 de junio pudo pronosticar, al menos, cuatro fenómenos importantes en esta jornada. [caption id="attachment_28944" align="alignleft" width="300"] Concinado encuestas[/caption] Pueden existir muchas explicaciones para indicar las fallas de las encuestas, pero lo principal es que han sobredimensionado a los aparatos partidistas y dejaron de medir fenómenos sociales mucho más importantes, como el voto de castigo que fue evidente en los casos de la Ciudad de México y de Nuevo León. Junto con la derrota de las grandes casas encuestadoras está el fracaso de decenas de mercadólogos electorales que recomendaron una sobrexposición de los candidatos, la intoxicación de spots, pancartas, utilitarios y toda la parafernalia publicitaria –incluyendo “guerra sucia” a través de llamadas telefónicas– que acabaron saturando a los electores.