Sergio Rubin

Oaxaca.-En el tercer día de su visita a México, el Papa Francisco viaja esta mañana al estado sureño de Chiapas en medio de una gran expectativa por lo que pueda decir acerca de las reivindicaciones de las comunidades aborígenes, que generan conflictos con el gobierno como la rebelión zapatista de 1994.

Francisco, que se convertirá en el primer pontífice en visitar Chiapas, volará desde el Distrito Federal a Tuxtla, capital del Estado de Chiapas, y de allí se trasladará a San Cristóbal de las Casas, donde oficiará una misa para las comunidades indígenas en un centro deportivo. Al mediodía almorzará con ocho líderes indígenas en el obispado local y tendrá un encuentro con las familias. En el medio, visitará la catedral y rezará ante la tumba del obispo Samuel Ruiz, defensor de los aborígenes y mediador durante la rebelión zapatista. El gesto del Papa hacia los indígenas es particularmente relevante porque la Iglesia mexicana le prestó escasa atención a su causa. Pero sobre todo la visita a la tumba de Ruiz, denostado por los sectores más conservadores del catolicismo local y el Vaticano. Luego de pernoctar en el DF, mañana Francisco viajará a Morelia, muy sacudida por la violencia y el narcotráfico, y el miércoles a Ciudad Juárez, en el norte, atravesada por el problema de la emigración ilegal a Estados Unidos. Desde la misma Ciudad Juárez, en la noche, partirá de regreso a Roma.