Oaxaca.-En los primeros 25 años de Independencia (consumada en 1821) México perdió la mitad de su territorio (unos 2 millones de kilómetros cuadrados) a favor de Estados Unidos. Los actuales estados de Texas, Nuevo México, Arizona y California –por las buenas y por las malas—pasaron a formar parte del país del Norte. Ahora, la “recuperación” de los mexicanos del territorio cedido o perdido no es en base a reclamos históricos o judiciales, sino a través de la población de origen mexicano que vive en territorio estadounidense, principalmente en esos estados del sur. El Instituto de los Mexicanos en el Exterior –dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores—dio a conocer en un foro reciente que en Estados Unidos viven 33.7 millones de personas de origen mexicano. De este gran total, una de cada tres son jóvenes. De los 11 millones de mexicanos de primera generación que viven en Estados Unidos, aproximadamente 6 millones carecen de cualquier documento que legalice su estatus migratorio en la Unión Americana, por lo que serían susceptibles de ser deportados si, por ejemplo, Donald Trump llegara a la presidencia. La situación de estos mexicanos de primera generación, el resto, cerca de 22 millones de personas son de segunda o tercera generación) no es, ni con mucho, satisfactoria: 3 millones viven en rezago educativo; 80 por ciento no tiene acceso a un crédito; 60 por ciento no habla inglés y 55 por ciento carece de seguro médico. Sin embargo, la contribución de las personas de origen mexicano a la economía estadounidense es muy importante, pues se calcula que contribuyen con el 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Una de cada 25 empresas es propiedad de una persona de origen mexicano y entre todas generaron ganancias de 17 mil millones de dólares entre 1990 y 2012. Los mexicanos se han mostrado emprendedores además de trabajadores del campo o de la industria de la construcción. Uno de cada diez mexicanos que viven en Estados Unidos es dueño de su empresa y 12 por ciento de hombres y mujeres que radican en ese país son dueños de pequeños negocios. Son datos importantes, ahora que se ha puesto de moda –por el tema electoral—hablar mal de México en ciertos sectores de Estados Unidos. Pero lo cierto es que representa una fuerza cada día mayor, sobre todo por la capacidad de trabajo y de organización que han mostrado los mexicanos en los últimos decenios. Y que podría inclinar la balanza en las próximas elecciones presidenciales del mes de noviembre.