Oaxaca.-Situado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el Palacio de Bellas Artes es considerado el recinto cultural más importante en la manifestación de las artes en México. Inaugurado en 1934 bajo el nombre de Museo de Artes Plásticas, este edificio tiene una historia fascinante que se remonta al final del mandato de Porfirio Díaz.
La construcción del Palacio de Bellas Artes comenzó en 1904 y duró 30 años debido a la interrupción causada por La Revolución. El diseño original fue obra del arquitecto italiano Adamo Boari, quien combinó los estilos Art nouveau y Art Decó en un edificio ecléctico.
Tras la crisis social y económica provocada por La Revolución, la construcción se retomó en 1930 bajo la presidencia de Abelardo L. Rodríguez, esta vez a cargo del arquitecto Federico Mariscal, discípulo de Boari. El Palacio de Bellas Artes se convirtió en el primer recinto cultural dedicado a la exhibición de objetos artísticos en México.
Con una altura de 53 metros hasta el espiral y 42,5 metros hasta el techo, el Palacio de Bellas Artes cuenta con 4 pisos y un estacionamiento subterráneo. Sin embargo, su construcción sobre arcilla montmorillonita ha provocado un continuo hundimiento del edificio.
Desde 1907, el suelo ha experimentado un hundimiento de más de 1.80 metros, lo que ha llevado a que el palacio se encuentre varios metros por debajo del nivel de la calle. A pesar de esto, el Palacio de Bellas Artes sigue siendo un ícono cultural en la Ciudad de México.
La fachada del Palacio de Bellas Artes cuenta con una parte que está adornada con querubines y esculturas que representan la música y la inspiración. Además, en la plaza del edificio se encuentran cuatro esculturas de Pegaso, creadas por el talentoso escultor catalán Agustín Querol, las cuales anteriormente estuvieron ubicadas en el Zócalo.
El techo central del Palacio de Bellas Artes es una verdadera obra maestra, ya que está hecho de cristal y fue diseñado por el reconocido arquitecto húngaro Géza Maróti. Este techo representa a las musas junto a Apolo, creando una imagen impresionante y llena de belleza.
Uno de los aspectos más destacados del Palacio de Bellas Artes es su gran telón antifuego, el cual es único en el mundo dentro de un teatro de ópera. Este telón, que pesa 24 toneladas, muestra la imagen de los volcanes mexicanos, el Popocatépetl e Iztaccíhuatl.
Es interesante mencionar que este telón fue encargado a la prestigiosa Casa Tiffany de Nueva York y fue ensamblado como un enorme rompecabezas.
En reconocimiento a su importancia cultural y arquitectónica, en 1987 el Palacio de Bellas Artes fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Este reconocimiento resalta la relevancia y el valor histórico que este magnífico edificio tiene para México y el mundo.
La celebración dará inicio en mayo con las representaciones de dos obras emblemáticas del teatro clásico del Siglo de Oro en español: Los empeños de una casa, escrita por Sor Juana Inés de la Cruz, y La vida es sueño, escrita por Pedro Calderón de la Barca.
La Compañía Nacional de Teatro (CNT) de México, liderada por Aurora Cano, presentará la primera puesta en escena con música en vivo el 16 de mayo. Por otro lado, la Compañía Nacional de Teatro Clásico de España, dirigida por Declan Donnellan, reconocido experto en teatro clásico desde una perspectiva contemporánea, ofrecerá la segunda representación a partir del día 7 del mismo mes.
La directora general del Inbal destacó la importancia de reconocer la cultura afro-descendiente en las celebraciones, en línea con el cierre del decenio propuesto por la ONU para resaltar la contribución de las culturas africanas en el mundo. Además, resaltó el diálogo artístico entre el grupo Mono Blanco de Veracruz y el grupo Leombri de Túnez, África, que compartirán y fusionarán la música tradicional de sus respectivos países en este recinto.
Por otro lado, se anunció que el Museo Nacional de Arquitectura presentará una exposición sobre la trayectoria arquitectónica y momentos destacados del Palacio de Bellas Artes. Asimismo, el Museo del Palacio de Bellas Artes exhibirá tres exposiciones: Flor Garduño, senderos de vida; Pico y elote, de Damián Ortega; y una Retrospectiva de Ángela Gurría.
Además, la directora del Inbal mencionó que se realizarán diversas ediciones conmemorativas, incluyendo una sobre la ópera en el PBA de 2004 a 2024, de José Octavio Sosa, que actualizará las contribuciones constantes al recinto. También se editarán los resultados de un coloquio realizado con El Colegio Nacional y la Universidad Iberoamericana sobre el racismo en el arte y la cultura, considerado como una conversación urgente y necesario como documento específico.
Finalmente, se resaltó que se llevará a cabo la edición facsimilar de algunas publicaciones elaboradas por Adamo Boari al entregar el PBA, así como una carpeta de fotografías de elementos que forman parte de la identidad del Palacio y que a menudo pasan desapercibidos por estar en lugares altos y rincones poco visibles.
